Vinculación con La Armada

VINCULACIÓN DE LA ARMADA ESPAÑOLA CON NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y LA CONGREGACIÓN DE MENA

Como algunas historias de amor, esta parte de un milagro, algunos lo llaman leyendas, otros les llamamos Fe. Del fervor mariano de los hombres de la Armada de ayer y de hoy mejor no hablar, porque necesitaríamos un libro, pero es de todos conocidos las vinculaciones históricas de la Armada Española con la Virgen del Rosario primero y después con la Virgen del Carmen, además de otras devociones arraigadas más localmente.

En el caso de Nuestra Señora de la Soledad las circunstancias que llevan a visitar por primera vez a la dotación de un buque fue su milagroso salvamente al encontrarse en mitad de un temporal en la bahía de Málaga con la incertidumbre de que no encontraban el refugio de ningún puerto. Hasta que vieron la luz, un pequeño camarín de una iglesia, que junto al cauce de que creían debía ser el Guadalmedina, le sirvió de faro para encontrar el puerto de Málaga, que se escondía tras la tempestad.

La reclamación de los marinos a la comunidad dominica fue tan insistente, que a pesar de ser un día en que la liturgia no permite la consagración, allí, ante la Virgen de la Soledad, se celebro la misa y comulgaron para reconciliarse con la vida que casi pierden en el mar y con ellos mismos, que habían hecho promesa cuando casi zozobraban.

Este hecho, que llega al ordinario del lugar se transmite a Roma, ya que en un Sábado Santo no se debía de haber celebrado hasta la Pascua de Resurrección. Pero la entonces todopoderosa Armada Española, solicito la bula para la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y la Sábado Santo seria desde entonces una celebración eucarística única en la cristiandad, en la que se remiraría el hecho milagroso.

Este significado acto de la Semana Santa malagueña, ha venido celebrándose todos los años desde ese 1756. Ha cambiado a veces su ubicación, de la capilla de la Virgen, a la Catedral mientras se reconstruía Santo Domingo tras la guerra civil, al altar mayor de la sede dominica; y ha cambiado la configuración del acto, ya que hasta el Vaticano II se celebrara una misa completa, incluso con la celebración de la eucaristía, que se suprime por el Concilio.

Otro motivo de orgullo para nuestra Armada y la Congregación de Mena es la contante presencia de marinos e infantes en las naves de nuestra iglesia dominica cuando algún buque recala en el puerto de Málaga. Por desgracia, las actuales necesidades de la Armada no permiten que Málaga cuente con una dotación amplia, apenas unas docenas de hombres y mujeres en la Comandancia; y un patrullero, que tiene su base en nuestro puerto.

Pero si cabe la posibilidad de atracar en Málaga -para cargar combustible, para descanso de la dotación o porque los malagueños tenemos especial afecto a nuestra marina de guerra y queremos conocer nuestros barcos- una amplia representación de la dotación -infantes, marinería, suboficiales, oficiales y jefes- acuden a visitar a Nuestra Señora de la Soledad, rezar una Salve Marinera y conocer su casa en Málaga que es la Congregación de Mena.

Periódicamente, también los congregantes se desplazan a la academia naval de Marín o a la de suboficiales en San Fernando, no solo con motivo de la entrega de despachos, sino con ánimo de convivir con ellos en conmemoraciones especiales y algunas veces ofreciendo charlas didácticas explicando como llevamos más de 250 años juntos.