El también vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social, Juan Manuel Ortiz, dirigió los cultos que presidió el Crucificado en el altar mayor de la parroquia de Santo Domingo
La Congregación de Mena celebró el pasado fin de semana el tradicional y solemne triduo en honor al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas en la parroquia de Santo Domingo con una gran asistencia de hermanos y fieles.
Los cultos fueron oficiados por el vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social y rector del Seminario de Málaga, Juan Manuel Ortiz, dirigido en sufragio de las almas de los congregantes fallecidos y de aquellas personas cuyas cenizas esperan la resurrección en la cripta, y de las almas de quienes pertenecieron a la Armada y a la Legión españolas.
La imagen del Cristo presidió el altar mayor de la sede canónica debido a los trabajos de ejecución del nuevo retablo en la capilla de la congregación, delante de un dosel cubierto con el antiguo manto de procesión de Nuestra Señora de la Soledad y la imagen de la Dolorosa de finales del siglo XVIII que la cofradía conserva en los columbarios, a sus pies. Además, la ornamentación confeccionada por los albaceas también contó con parte de las piezas de la candelería y de las ánforas del trono procesional de la Virgen de la Soledad, así como los hachones de la capilla, y un exorno floral de claveles de color sangre de toro.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la soprano María Lourdes Benítez y al órgano Francisco Jesús Flores Matute, en la eucaristía del viernes; la coral del Colegio de Médicos, bajo la dirección de Rosana Dalmasso, el sábado; y la banda de música Nuestra Señora de la Soledad, dirigida por Juan Manuel Parra, el domingo.
Distinciones
Durante los tres días de cultos el hermano mayor, Antonio de la Morena, entregó varias distinciones y presentes como un busto del Cristo de la Buena Muerte al reverendo Juan Manuel Ortiz, a Alberto Benito y a Isabel Santisteban; un cuadro del Crucificado a Alberto Escolano, a Enrique Gomáriz, coronel jefe del Tercio ‘Duque de Alba’, III de La Legión, y al comandante de Artillería Gonzalo de la Plaza; un lienzo de la Virgen de la Soledad a José Antonio Almahano, componente de la banda de música de la cofradía y autor de la marcha ‘Las noches de la Soledad’; y la corona de espinas que portó el Cristo durante la salida procesional del pasado Jueves Santo al tesorero, Francisco Rivero. También se le impuso la medalla de la congregación al comandante del patrullero ‘Tagomago’ de la Armada, el teniente de navío Víctor Mollá, y a su esposa, Beatriz Ibáñez.
Asimismo, se hizo entrega del premio ‘Cristo de la Buena Muerte’ a los caballeros legionarios Víctor Domenech, cabo del Grupo Logístico II de La Legión; Antonio Amor, cabo del Tercio ‘D. Juan de Austria’, III de La Legión, que fue recogido por el cabo 1º José María Martín Urbaneja; y José Javier Gestoso, del Tercio ‘Alejandro Farnesio’, IV de La Legión.